El amor que recibes es el reflejo del amor que te tienes a ti mismo.
Si tú exprimes un limón, lo que obtendrás será jugo de
limón, si exprimes una naranja, será jugo de naranja, pero te aseguro que de un
limón jamás obtendrás jugo de naranja….
Lo que te quiero decir con lo anterior es que si tu esperas
obtener amor de una persona que solo tiene en su interior enojo, egoísmo,
envidia, odio, rencor, tristeza, frustración, dolor, miedo, esta persona no te
va a dar amor.
Ahora aplícalo en ti mismo y en tu vida. Si en tu interior
hay paz, hay armonía, hay alegría, hay amor, podrás expresar y dar amor. En la vida, lo que recibimos es
solo un reflejo de lo podemos dar. Por lo que si quieres recibir amor puro y
verdadero, ese que te llene de felicidad, entonces de lo que te tienes que
llenar en tu interior, es de puro amor.
En otras palabras, el amor que recibes es y será solo el
reflejo del amor que te profesas a ti mismo. Y es aquí donde radica la segunda
paradoja del amor, ya que la gente presume continuamente su extraordinaria
manera de amar a los demás, pero tristemente es incapaz de demostrar el amor
que se tiene a sí mismo. Entonces ¿Cómo puedes amar a los demás, sino te amas a ti
mismo?
Ahora ya lo sabes, si quieres recibir amor, debes dar amor,
y para dar amor, debes de amarte primero a ti mismo, aceptarte, conocerte,
quererte, cuidarte, apapacharte, para que te puedas llenar amor, y después puedas
desbordar amor a los demás. Cuando te
ames a ti mismo, entonces podrás amar realmente a los demás y recibirás más
amor.
Paradójicamente el amor que te profeses a ti mismo, es el
amor que fluirá más de los demás hacia a ti.
Quieres recibir amor sin medida, amor libre, amor sin sufrimiento…Aprende
a amarte a ti mismo, y solo así lo recibirás.
El amor por uno mismo, tiene una influencia muy
significativa en cómo nos relacionamos con los demás. ¿Te has preguntado porque hay relaciones negativas? ¿Por qué algunas
mujeres permiten que sus parejas las traten mal, las humillen? Son el fiel
reflejo del amor que se tienen a sí mismas. Es cuando se crean relaciones de
dependencia y apego, no es amor, es solo el vacío que se intenta llenar porque
no lo pueden llenar con amor propio. De
igual manera hay hombres que se sienten poca cosa o inseguros, incapaces de
luchar por una mujer a su altura. Y obviamente no tendrán la mujer que desean,
porque son incapaces de amarse a sí mismos y de merecer lo mejor para ellos.
Por último, solo quiero recordarte que una cosa es el amor a
sí mismo, y otra cosa muy diferente es la egolatría, y el egoísmo.
Una persona egoísta, no se ama ni se acepta a sí misma, no
puede dar amor, y solo toma de los demás
lo que ella no puede tener, no ama a los demás, ni se ama a sí misma. Si uno se
ama a sí mismo, es capaz de dar, de ayudar, es capaz de compartir y lo hace sin
esfuerzo.
Si aún no te amas, y no sabes cómo hacerlo, pues
aprende y si para amarte es necesario
conocerte, pues hazlo, atrévete a ser tú mismo y aceptarte con todo lo que tienes y puedes dar.
Entonces...¿Te amas a ti mismo?
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