Ya eres gladiador, la pregunta es… ¿Serás víctima o
vencedor?
Te guste o no somos gladiadores. Todas las noches nos vamos
a dormir y nos despertamos al día siguiente en la arena social de la cual no
hay escapatoria. Desafíos tras desafíos, nos enfrentamos a ellos todos los
días, nos topamos constantemente con paredes que intentan frenarnos, y muchas
veces lo logran. Nos enfrentamos con una multitud de espectadores que se
burlan, nos retan o nos animan…. Todos los días, día tras día… se presentan
nuevas batallas y la vida nos obliga a enfrentarlas queramos o no.
Sin embargo, lo que si podemos elegir es el tipo de
gladiador en el que podemos convertirnos… Vencedor o víctima.
La mayoría de las personas son víctimas… víctimas de sus
propias relaciones, percepciones y decisiones.
¿Y sabes porque? Es
porque muchas personas no desarrollan ni escuchan a su propio y único autentico
yo.
Más bien permiten que sus espectadores mentales, esos
pequeños tiranos golpeando en sus cabezas, les digan segundo a segundo como
pelear sus batallas, lo que pueden o no pueden hacer. Pero también estos
tiranos son los mismos que se encargan de aplaudir, silbar, burlar, animar y
desalentar…
Y la influencia sobre tus relaciones no puede ser
sobrestimada.
Millones de personas aceptan los juicios de sus espectadores
mentales influenciadas por sus relaciones y gente que los rodea, como la
“verdad” y por lo tanto, los resultados mediocres se obtienen de creer esas
sentencias.
Con tanta gente viviendo de esta manera, la pregunta es, ¿es
este el camino que tengo que vivir? Afortunadamente, la respuesta no es “si”,
al menos que tu así lo quieras.
Una vez que identifiques tus espectadores mentales y tus
interacciones con ellos, entonces puedo asegurarte que puedes ir más allá de la
víctima y asumir el papel de vencedor.
Para lograrlo puedes aplicar estos 8 pasos en cada situación
que tú quieras cambiar.
Paso 1. Define que es lo que te pasa.
Pregúntate ¿Cuál es mi problema? ¿Estoy como disparado la
mayor parte del tiempo? ¿Estoy triste, frustrado, enojado? ¿Porque? ¿Tengo
ansiedad? ¿Soy temperamental? ¿Soy celosa, envidioso de los demás? ¿Estoy
preocupado porque otros tienen lo que yo quiero? ¿Me siento nervioso, inseguro?
¿Vivo la vida como un loco corriendo todo el tiempo sin detenerme si queira da
darme un respiro a mi mismo? ¿No se que es lo que quiero en la vida?... ¿Qué me
pasa?
Para hacer esto se necesita tener valor y ser completamente
honesto consigo mismo, pues uno no puede mejorar y obtener buenos resultados si
no sabe lo que le aflige y no sabe dónde está el problema.
Paso 2. Como te está afectando.
Pregunta, Lo que me está pasando ¿Cómo está afectando a mi
vida? ¿No cuido de mí y no me doy la atención necesaria? ¿Estoy descuidando mis
relaciones? ¿Soy un mal padre o madre, o hijo o estudiante o profesionista? ¿Me
he convertido en algún vicioso o caído en el exceso en determinada situación de
mi vida? (y con vicio no me refiero solo al alcohol o el tabaco, sino al exceso
de trabajo o a al ocio desmedido o a la alimentación, etc…)
Este paso también requiere de verdadera honestidad, recuerda
la verdad te hará libre.
Paso 3. Descubre la raíz, la fuente de todo.
¿De dónde viene todo esto que me pasa? ¿Quiénes son mis
espectadores verdaderos y mis
espectadores mentales? Exactamente ¿qué o quién me está manteniendo
fuera o limitando para que yo pueda tomar el comando de mi vida?
Paso 4. Identifica tu rol.
La verdad, ¿Cómo estoy contribuyendo en mis “problemas”? ¿Reconozco
mi responsabilidad en cada situación que te pasa? ¿Me complico la vida tratando
de complacer a todo el mundo? ¿Espero cosas injustas de mi mismo? ¿Dejo que mis
espectadores mentales me distraigan, me estresen o provoquen ansiedad, ira o depresión? ¿Me trato a mi mismo como amigo
o enemigo?
Reconocer tu propio papel en cada una de tus situaciones
difíciles o “problemas” te permite visualizar cosas y recobrar el mando
personal.
Paso 5. Tus deseos.
Pregúntate ¿Cómo exactamente me gustaría que se resolviera
cada situación? ¿Quiero ser un vicioso sin amigos? ¿De verdad quiero acabar con
esos espectadores mentales que hacen una revolución en mi cabeza? ¿Quiero tomar
el mando de mi educación, finanzas y relaciones? ¿Estoy dispuesto a hacerme
responsable de mi vida? ¿Cuáles son mis verdaderos deseos y aspiraciones en la
vida?
Cuando tomas conciencia de tus verdaderos deseos, empiezas a
dejar de lado esa victima para ponerte en el verdadero rol del vencedor
Paso 6. Busca y crea alternativas.
Pregúntate ¿Qué opciones tengo? ¿Cuál es la mejor opción con
la que puedo empezar? ¿Y la segunda?
¿Cómo debería ordenar mis prioridades? ¿Realmente no tengo opciones, o
me estoy bloqueando a nuevas alternativas? ¿Por qué no probar cosas
nuevas? ¿Por qué no hacer lo que realmente quieres? ¿Qué te lo impide? ¿Esa
alternativa podría realmente tener un cambio positivo en mí?
No creas que no tienes alternativas, porque todos tenemos
muchas opciones y caminos para escoger, y tomar decisiones y acción es lo que
nos lleva a donde estaremos mañana.
Ser dueño de tus propias acciones te da poder real sobre tu
vida.
Paso 7 Aprendiendo a Ganar.
¿Cómo acabar con eso espectadores mentales que me están
limitando? La verdad es que no hay una respuesta
mágica, porque se trata más que nada de una lucha interna, y vencerla se
refleja en el exterior. Debes de considerar que si ya no quieres caer en el capricho
de dichos espectadores mentales, tienes que proponerte el decidir tú mismo tu
propio curso, con cada pensamiento, con cada decisión tomada, con cada toma de
acción. Tú decides lo que quieres de ti mismo y te convertirás en lo que tú
quieres, si primero te comprometes con toda la seriedad que se requiere a
conseguirlo.
Paso 8. Refuerza tus relaciones.
¿Cómo puedo hacer para mejorar mis relaciones y
percepciones? Te sorprenderá la respuesta: Debes trabajar en la única persona
de todo del mundo en la que te debes de enfocar… Tú mismo. Si leíste bien. Si te enfocas a mejorar tu persona, por consecuencia
tus actos te llevaran no solo a resolver cada situación de tu vida, sino a
tomar control de ella y por consecuencia tus relaciones con otras personas y
con el mundo que te rodea también mejoraran. A hacer crecer tu persona, das
posibilidad de poder enriquecer un poco más a los que te rodean.
Resumiendo.
Para tomar control de cada situación de tu vida, debes
analizar el que te afecta, como te afecta, porque te afecta, como dejas que te
afecte, que deseas lograr, reconocer alternativas de solución, ponerte en
acción con mentalidad a ganar y trabajar en tu persona. Todo en la vida es un
crecimiento. Si sigues sin tomar el control de cierta situación, entonces no
aprendiste nada…
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